Salgo a la calle.
La esquina que cuido mi sombra llora.
El aire que mudó mi piel dejó de soñar.
Las hojas y el polvo no toparon conmigo.
La luz que bañó mi soledad se apagó en mis sentidos.
La esquina que cuido mi sombra llora.
El aire que mudó mi piel dejó de soñar.
Las hojas y el polvo no toparon conmigo.
La luz que bañó mi soledad se apagó en mis sentidos.
Aun así la miro.
La recuerdo, callada y ausente,
fría,
sorda…
fría,
sorda…
Sin alma.
Benjamín González
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